Un thriller a la romana

La violencia funciona, la historia lo demuestra. Julio César se convirtió en dictador vitalicio de Roma y acabó de facto con la República gracias a dos cosas, además de su talento y ambición: la primera, su conquista de las Galias, que según los historiadores latinos se cobró cientos de miles de vidas –niños, mujeres y ancianos incluidos, hoy lo llamaríamos genocidio– y le dio riquezas, prestigio y legiones fieles a cambio del botín y futuras recompensas.

La segunda, su triunfo en la guerra civil frente al otro «gran romano» de la época (mediados del siglo I a. C.), Pompeyo Magno, al que de joven se llamó adulescentulus carnifex (el adolescente carnicero) por su eficacia en las represiones y venganzas que caracterizaron los estertores republicanos.

Pero a veces, la violencia sale rana y se vuelve en tu contra. Hace hoy 2066 años, una facción de las élites que gobernaban Roma (la más conservadora) asesinó a Julio César, líder de la otra (más apoyada en la plebe). Decían hacerlo por la República y la libertad, y tal vez lo creyeran, porque la libertad era para unos pocos, ellos, los que se repartían el poder e impulsaban las conquistas que los enriquecían. El resto de los romanos libres no pasaban de atrezo, manipulable carne de cañón, algo en lo que César era un maestro.

En realidad lo mataron para proteger sus intereses: en la lucha de mafias que constituía la política de la urbe, se había convertido en un capo demasiado poderoso.

EL ÚLTIMO ASESINO
El magnicidio salió bien, pero a la larga sus autores fracasaron: su violencia contra un solo hombre causó la muerte de muchos miles de personas y no evitó la llegada de una dictadura. Desencadenó una lucha por el poder que acabaría ganando un invitado inesperado: Cayo Octavio, sobrino nieto de César. Para sorpresa de todos, el testamento del dictador señalaba como su heredero e hijo adoptivo a este enfermizo muchacho de dieciocho años, que mostró su implacabilidad desde que entró en escena. Acabó con quienes le disputaban el poder: Marco Antonio, antiguo colaborador de César; y los conjurados que mataron a su familiar, a los que cazó uno a uno durante más de una década.

Convertido en Augusto, el primer emperador, gobernó Roma del 27 a. C. al 14 d. C., y la hizo una monarquía hereditaria algo disimulada por una pátina legal e instituciones colaboradoras, como el Senado.

Es la historia de esta metódica eliminación –desarrollada en batallas y escenarios desperdigados por todo el Mediterráneo– lo que cuenta El último asesino. La caza de los hombres que mataron a Julio César (Ático de los Libros), de Peter Stothard, escritor, periodista y crítico, antiguo editor de The Times y del Times Literary Supplement.

El libro de Stothard tiene muchos méritos: se lee con la agilidad y el interés de un thriller político, y aporta novedades y puntos de vista inéditos a la conocida y trillada historia que dio origen al primer emperador romano. Para esto es fundamental la elección del personaje que da título al volumen y le sirve de hilo conductor: uno de los conjurados, aunque de los menos importantes, Casio de Parma (75 a. C.-30 a. C.), poeta, dramaturgo, marinero y el «decimonoveno y último asesino de Julio César en morir», epicúreo y ejecutado en Atenas, donde se refugió con la esperanza de pasar desapercibido, tal vez reconfortado en los momentos de miedo por las palabras de Epicuro, el filósofo griego que había vivido tres siglos antes, una especie de mantra consolador:

La muerte no es nada para mí.
Lo que es polvo no percibe, y lo que no percibe no es nada para mí.
La muerte no trae placer ni dolor.
Lo único malo para mí es el dolor.
Por tanto, la muerte no es mala para mí.

Pero nadie escapaba a la fría cólera y la venganza del primer emperador de Roma, el futuro Augusto, Cayo Julio César Octaviano.

‘El último asesino. La caza de los hombres que mataron a Julio César’ (Ático de los Libros, 352 páginas, 22,50 euros). Traducción de Luis Noriega.

Autor: Francisco Jódar

Nací en 1973 en Jaén. Estudié Periodismo en la Complutense y he ejercido el oficio en webs (Antena3.com, Orange.es, Europa Press Internet, Red.es, Tugranviaje.com…) y revistas (SIE7E, Stuff, FHM, Forbes, Muy Interesante…). De vez en cuando escribo en este blog que nació en marzo de 2009 y se mantiene como un espacio para hablar de libros y, con esa excusa, de cualquier otra cosa. Si quieres saber más de mí, puedes ver mi perfil en LinkedIn (https://www.linkedin.com/in/franciscojodar/) o contactar conmigo en fjodar@gmail.com.

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